Ana muestra repelencia, solo con una mirada. Tal vez sea demasiado para mi gusto, intente cambiarla pero fue imposible, ella se negó. Nunca pude encontrar cosas en común entre nosotras. Nunca pude entenderla, aunque a la hora de confrontar los distintos obstáculos de vida siempre estuvimos unidas, como si fuésemos una sola persona.
Ella es distante, seca, pero eso no significa que no puedas contar con su ayuda. Seas quien seas, estará siempre. Al conocerla, también me conocerás a mi. Yo soy su interior, su alma, aquella persona que refleja bondad y sabiduría. Nuestras personalidades se mezclan, si, pero cada una tiene su propia forma de pensar. Espero poder, algún día, amigarme con ella.
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