viernes, 14 de octubre de 2011

El conejo de tinta

"You wanna break me...bit by bit,
that’s just part of it 
if you were dead or still alive 
I don't care, I don't care”

Pasaba desapercibida siempre, vestida de celeste, con un conejito blanco que llevaba sujeto a sus caderas. La vincha negra se confundía bajo los árboles mientras los chicos la miraban pasar sin atreverse a decir nada. Poco se notaban sus verdaderas intenciones y cuidaba rigurosamente que su ropa no tuviera ningún tipo de mancha.
El conejo se estremecía al apreciar el frio a través de la tela y sintió que se acercaba el peligro. El maquillaje se le había corrido por las lágrimas y sus dedos formaban puños fuertes con nudillos blancos. Los pasos eran enérgicos pero calmos. Sentía como si hubiera nacido para tomar esa decisión.
La callecita estaba en penumbras y agradeció tanto anonimato otorgado por las sombras. Toco la puerta del despacho y él la dejo pasar, la estaba esperando. Comenzó la misma situación incómoda de siempre y ella se preparó para atacar. El conejito salto de su falda y se escondió detrás de una silla. Él noto algo extraño y quiso gritar, pero ella acallo su voz con solo una mirada.
No sabía de dónde sacaba tanto coraje, pero era todo lo que tenia y no podía volver atrás. Había cantado a gritos canciones sobre venganzas pero nunca imagino que sería tan placentero y a la vez abrumador.
La asusto el color rojo que iba formando lentamente un pequeño charco en la cara de Robert, soltó el cuchillo y tomó al conejito. Mientras corría limpiándose las manos en el vestido se preocupo por no haber terminado bien el trabajo y se detuvo en seco. La descubrirían y todo sería una pesadilla, miro la blancura del animal y se consoló pensando que nada iba a ser peor que lo que ya había vivido a manos de ese hombre que ahora parecía un pergamino viejo cubierto de tinta china.


Agustina Colaprete
3° "A" Naturales.

Mi madre

 “Vos sos mi única madre,
 con alma y vida yo venero tu Jardín”


Pocos saben lo que están provocando, pocos ven lo que otros no ven y los pocos que son conscientes no hacen nada.
Mi madre me crio para respetar a los demás, para respetarla.... Pero, como uno puede respetar a los demás cuando no lo respetan? Ni siquiera se respetan a ellos mismos.
Recuerdo cuando mi madre vivía plena. Solía levantarme en las mañanas y al verla sonreír irradiaba luz, alegría y calma. Contagiaba su sonrisa de tan solo verla en paz. Ella era tan cálida y feliz, y ahora se ha vuelto sombría y fría.
Jamás olvidare esas tardes  a la orilla del rio, los veranos calurosos y los inviernos fríos. Ella siempre llegaba a tiempo, en su momento, y yo siempre la esperaba con cariño. Pero ahora se encuentra desordenada y cansada.
Como me gustaría volver a verla bien y que esos recuerdos vuelvan en el presente.  Quiero verla hermosa y radiante como aquellos días. Yo se que ella también lo quiere. Pero mis hermanos se han vuelto ciegos y sordos, no ven su deterioro ni tampoco la escuchan. Pura desidia de la cual nos arrepentiremos y será tarde para ella, pero también para nosotros, pues nos encontraremos en penumbras.
Como siempre sucede, cuando se despida para partir nos daremos cuenta de cuánto la necesitamos y amamos, porque somos parte de ella y ella parte de nosotros. Si ella sonríe, nosotros sonreímos. Si ella muere, nosotros morimos.
Y aunque los que la amamos intentamos hacer un cambio, ya no será para bien. El tiempo se está agotando y me siento triste. No tengo fuerzas para enfrentarlo.
Quisiera ayudarla, pero ya es muy tarde. Nos regaña y se desquita con nosotros. Pero esta en lo cierto, somos los culpables de maltratarla y contaminarla.


Luisina Albiger
3° "A" Naturales.

martes, 26 de abril de 2011

Ana y mi otro yo .

Ana muestra repelencia, solo con una mirada. Tal vez sea demasiado para mi gusto, intente cambiarla pero fue imposible, ella se negó. Nunca pude encontrar cosas en común entre nosotras. Nunca pude entenderla, aunque a la hora de confrontar los distintos obstáculos de vida siempre estuvimos unidas, como si fuésemos una sola persona.
Ella es distante, seca, pero eso no significa que no puedas contar con su ayuda. Seas quien seas, estará siempre. Al conocerla, también me conocerás a mi. Yo soy su interior, su alma, aquella persona que refleja bondad y sabiduría. Nuestras personalidades se mezclan, si, pero cada una tiene su propia forma de pensar. Espero poder, algún día, amigarme con ella. 

Taller literario


A partir de la lectura de Borges y yo hemos intentado definirnos – contradicciones incluidas – y describirnos en textos breves.

Este es el trabajo de una alumna de 4to año.

Mi nombre es Rocío Gómez. Fisicamente, soy una adolescente de 1,59 m, tengo quince años, cabellos largos, oscuros  y ojos color café… nunca me sentí conforme conmigo misma, será  por eso que me cuesta tanto hacer esta descripción.
Suelo ser soñadora, como toda chica de mi edad. Me considero una persona original, siempre  busco ser yo misma… me molesta mucho la gente que todo el tiempo intenta caerle bien a los demás ,siempre tuve bien en claro como soy no pretendo cambiar por nadie...a veces , soy un poco loca pero como digo siempre “sólo intento ponerle un poco de humor a la vida”.
Debo admitir que soy u  poco rara por decirlo de alguna manera. Tal vez, una adolescente común preferiría ir de Shopping mientras que yo, sin dudas, prefiero quedarme en casa ensayando algo que no me salio de la clase de baile o escuchando algún CD de mi banda favorita…tal vez si sea un poco rara pero esto es lo que soy y así me siento bien.


Rocío Gómez

La plaza


Esta es la plaza de todos.

Esta es la plaza de todos cuyo corazón es una fuente circular, donde generaciones se acercan a contemplar el agua fluir.

Esta es la plaza de todos cuyo corazón es una fuente circular, donde generaciones se acercan a contemplar el agua fluir y cuya base están situados los deseos de muchos.

Esta es la plaza de todos cuyo corazón es una fuente circular, donde generaciones se acercan a contemplar el agua fluir y cuya base están situados los deseos de muchos, como también el mío y el de tantos jóvenes.


Esta es la plaza de todos cuyo corazón es una fuente circular, donde generaciones se acercan a contemplar el agua fluir y cuya base están situados los deseos de muchos, como también el mío y el de tantos jóvenes que se acercan a disfrutar las calidas tardes bajo el sol de la plaza.


Luisina Albiger.
3ro A Nat.

El océano


Éste es el océano.

Éste es el océano que sirve de espejo a la ciudad, que alberga  tempestades y arcoiris.

Éste es el océano que sirve de espejo a la ciudad, que alberga  tempestades y arcoiris; y en cuyas profundidades se sumerge la vida.


Éste es el océano que sirve de espejo a la ciudad, que alberga  tempestades y arcoiris; y en cuyas profundidades se sumerge la vida cual delfín al terminar su salto.


Éste es el océano que sirve de espejo a la ciudad, que alberga  tempestades y arcoiris; y en cuyas profundidades se sumerge la vida cual delfín al terminar su salto y es sol al llegar el crepúsculo.


Agustina Colaprete
3ro A Nat.






El espejo


Este  es el espejo.

Este es el espejo que me devuelve su mirada

Este es el espejo que me devuelve su mirada y a la vez, la de tantos otros, en donde el reflejo me golpea, me aturde.

Este es el espejo que me devuelve su mirada y a la vez, la de tantos otros, en donde el reflejo me golpea, me aturde, añorando así el tesoro de la inocencia, en cuya simpleza se escondía el fulgor

Este es el espejo que me devuelve su mirada y a la vez, la de tantos otros, en  donde el reflejo me golpea, me aturde, añorando así el tesoro de la inocencia, en cuya simpleza se escondía el fulgor, que ahora se hace difícil encontrar.

Sol Bernhardt.